De generación en generación nos enseñaron a comprar ciertos productos para la limpieza del hogar, pero; te has preguntado ¿Es lo mejor para tu familia? ¿Qué es lo que estas metiendo a tu hogar? ¿Realmente lo necesitas?  Te ayudaremos a descubrir estas preguntas a continuación.

 Lo que primero que debes saber es que en el año 2012 Environmental Working Group (EWG) realizó un análisis en los productos de limpieza del hogar y encontró cerca de 65 sustancias de toxicidad, pero; actualmente la Agencia Americana de Protección del Medio Ambiente (EPA) devela que hoy en día existen cerca de 150 mil sustancias químicas sintéticas a las que nos exponemos a diario siendo altamente perjudicial para la salud y el medio ambiente. Suena alarmante ¿no?

 

 

Revisa la etiqueta de tus productos y busca alguno de estos químicos, si es así; preocúpate, porque posiblemente estos hayan sido causa de tus malestares. Lamentablemente en México aún no es obligatorio revelar todos los ingredientes, pero en su mayoría los contienen y sus daños son científicamente comprobados, aquí te explicamos donde podrías encontrarlos.

Ftalatos: Los encuentras como “fragancias o aromas” en limpiadores de pisos, en el shampoo, papel higiénico y hasta ambientadores.
Riesgo- Son disruptores endocrinos, perjudican el equilibrio hormonal en adultos y niños (podría causar infertilidad en hombres), también son causantes de asma y migrañas.
*Por ley de propiedad las empresas no están obligados a figurar este tóxico en las etiquetas.

 

Trsiclosán: Se encuentra en la mayoría de detergentes y limpiadores derivados como antibacterianos.

Riesgo- Promueve el crecimiento y resistencia de las bacterias a los antibióticos. Altamente perjudicial para ecosistemas acuáticos. Estados Unidos ya ha prohibido el uso en los jabones.

 

Percloroetileno (PCE o PERC): Lo encuentras en productos de limpieza en seco, tales como limpiadores de madera, de alfombras, quitamanchas y limpiadores de zapatos.
Riesgo- Contiene neurotóxicas calificada como “posible cancerígeno”, además de ocasionar malestares como mareos, dificultad para respirar, irritación ocular o perdida de coordinación.

Compuestos de amonio: Lo encuentras en los suavizantes de ropa y productos de limpieza desinfectantes y antibacterianos.

Riesgo: Plantea el mismo problema que el triclosán  con resistencia de las bacterias a los antibióticos, además de causar dermatitis y posibles trastornos respiratorios.

 

Butoxietanol: Lo encuentras en los multiusos, limpiacristales y limpiadores de cocina.

Pertenece a los “éteres de glicol” causante de dolor de garganta, contribuye a la narcosis, al edema pulmonar y hepático severo y daño renal.

*Por ley de propiedad las empresas no están obligados a figurar este tóxico en las etiquetas.

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